LA EMPRESA... ¿CON FINES DE LUCRO?

La palabra empresa tiene principalmente dos connotadiones, la primera hace referencia a una organización ávida de obtener la mayor cantidad de dinero, a costa de la explotación de sus empleados; la seguda es solamente aquella proveedora de trabajo asalariado. La Academia de la Real Lengua Española define empresa como "unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos".

     Si bien todas buscan obtener ingresos, existen diferentes formas de obtenerlos. La industria editorial es de las pocas empresas que a través de un fin social reciben dinero (¡claro! tomanto en cuenta sus debidas proporciones). Pero es indudable, que las empresas editoriales, ayudan al fomento de la democratización del conocimiento ofreciendo productos que benefician, no sólo al desarrollo individual, sino al de todo un país.



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GUSTO, LUJO O IMPOSICIÓN

"Quien no lee con pasión se parece más a alguien que nunca ha soñado y ni siquiera sospecha que existe esa dimensión fundamental en la vida".
Alberto Ruy Sánchez


Se parte de una pregunta fundamental: ¿cada día se lee menos?

     Para poder llegar a un buen libro, se necesita de la suerte -¿suerte?- Sí, el contexto en cual nos desarrollamos influye, de manera determinante en nuestra formación como seres pensantes, no importando si es para un bien o para ir en contra de lo ideal en una persona. La formación básica (primaria y secundaria) es un espacio muy amplio, sin embargo, no siempre se aprovecha para incentivar al fomento por la literatura hecha exclusivamente para niños y adolescentes.

     Por eso se habla de suerte. Para poder llegar adquirir el gusto por la lectura se necesita estar rodeado por personas con el placer, la fascinación a las historia contadas a través de la escritura, ya sean familiares, profesores o amigos. A estos factores, se le debe de añadir el costo de los libros y, a la ahora llamada por Monsiváis "globalización de la lectura".

     En el caso del costo de los libros, éstos se alejan del poder de adquisición de la gran mayoría, no sólo de los estudiantes, sino de la población en general. Se prefiere comer a leer, cuestiones que tiene que ver más con políticas públicas y procesos burocráticos, sin la debida atención por parte de los que dicen "representarnos".

     En cuanto a "la globalización de la lectura", la introducción de los bestsellers, a través de la imposición de las industrias culturales predominantes en el mundo. El lector ahora es visto de forma global, y no como parte de un espacio político, social y cultural especifico, ya que con el establecimiento de Internet, hay un mayor cúmulo informático y los contenidos se han universalizado.

LA ICONOSFERA: DEL UNIVERSO DEL LIBRO, AL UNIVERSO DE LA IMAGEN

"El analfabetismo funcional se expande", la exposición excesiva de imágenes contribuye al alejamiento de los libros, y a la ahora dependencia a los iconos, las nuevas formas de presentar contenidos, desde políticos hasta de entretenimiento, se basan en visuales y auditivos, imágenes fijas y en movimiento, para así atraer a un mayor número de audiencia.

     La cuestión de mediaticidad, es fundamental en este punto. Por ejemplo, ahora los jóvenes prefieren ver videos o jugar videojuegos a estar leyendo un cuento. Internet, es parte de este gran cambio, la multiplicidad de contenidos, hace que el desinterés se establezca y se busque lo más fácil y rápido.

     Sin embargo, nada va a sustituir a un libro, es decir, la forma en que las historias son contadas, la posibilidad de llenar esos espacios indeterminados de cada texto, nos permite crear a través de la imaginación los escenarios descritos por cada autor, adentrarnos y ser parte de ese mundo mágico e inigualable.

"TIRÉ MI CORAZÓN AL AZAR Y LO GANÓ LA LECTURA"

"Si uno al leer no es otro y no es otros, no es nadie", cada persona se apropia de un libro de manera diferente, lo hace parte de su vida o lo deshecha. "La ventaja de frecuentar lo impreso no consiste en la superioridad de los demás..., sino en el cambio interno" experimentado, debido al carácter personal que tiene el ejercicio de la lectura.

     Por lo tanto los lectores de libros, seguirán siendo una parte selecta de la sociedad. No se puede obligar a la lectura, se necesita una convicción (trasmitida) para llegar a apropiarse de los textos y dejar que nos cambien las perspectivas que tenemos del mundo.

REFERENCIA:

Monsiváis, Carlos, El elogio (innecesario) de los libros, en http://www.segioramirez.org.ni/index2.html



Leer ya no es como antes